En su última carta dominical, monseñor Bellido advierte que un buen programa "no es el que propone cosas muy hermosas, pero imposibles de realizar en la práctica", sino "el que es concreto y plantea realizaciones posibles que, a veces, n siendo grandes cosas, ayudan a que avance el bien común".

"Votar", agrega, "dejándose guiar solamente por las simpatías o antipatías, por la imagen de la campaña o por unas cuantas ideas generales, es muy insuficiente".

Para el obispo de Jerez, también es importante tener en cuenta como han actuado los candidatos y comprobar si el conjunto de medidas que proponen buscan el bien común.

El prelado aclara que la Iglesia no puede ofrecer un programa ni puede identificarse con un determinado parido, pero si orientar "la actuación política de los cristianos que quieren vivir su compromiso político coherentemente con los de la Iglesia".