González alertó a las cerca de 10.000 personas que asistieron a una cena mitin en Cornellá que quien vaya por el camino del enfrentamiento interregiona "mete a España en un callejón sin salida".

El líder socialista asistió a un acto masivo al que acudieron 9.800 representantes sindicales del cinturón industrial de Barcelona. Todos ellos firmaron a título personal un manifiesto en el que piden el voto para el Partido Socialista como única forma de "evitar una victoria de la derecha".

El acto de esta noche iba a celebrarse ayer, pero se aplazó para que González acudiera a la manifestación contra el terrorismo de ETA celebrada en Madrid. "Mi obligción anoche era estar en la manifestación con un millón de ciudadanos más, diciendo: vascos sí, ETA no, basta ya". Esta consigna fue recogida y coreada durante varios minutos por los asistentes.

Los comensales pagaron 1.500 pesetas por un menú compuesto de piña con jamón, salchicha con alubias y helado. El banquete estuvo servido por doscientos camareros y elaborado por setenta personas en las cocinas. La comisa se regó con agua Font del Pí y vino rosado "Viña Riera", ambos de la tierra.

EL POLEMICOVIDEO

El acto se inició con la proyección del polémico video electoral del PSOE, que fue intensamente jaleado con aplausos durante las imágenes que se correspondían con la "España en positivo" que defienden los socialistas y acompañado de abucheos en los pasajes dedicados a la oposición, y en especial cuando salía Aznar.

Felipe González, que fue recibido calurosamente por los asistentes, centró su intervención en aspectos de la política social y de empleo que más podían interesar a los sindicalisas.

Afirmó que los populares pretenden "transformar, liquidar o degradar el Estado de Bienestar" e insistió en que el proyecto socialista es el único que puede asegurar el futuro del actual sistema de garantías sociales y el que mejor puede afrontar su reforma.

Aludió nuevamente a la necesidad de un pacto social para repartir el trabajo e hizo mofa de las opiniones vertidas por el líder del PP sobre las mujeres a las que, según reveló en una entrevista, les pide que sean "mujer, mujer".

"Aznr pide a los hombres que sean responsables y las mujeres que sean mujer, mujer y si es posible, con la pata quebrada y en casa", señaló.

González se mostró satisfecho de los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre del año pasado y aseguró que sólo desde un proyecto de progreso como el del PSOE se podrá mantener un crecimiento sostenido para crear puestos de trabajo.

Defendió un sistema de solidaridad en cuestiones como la salud, la educación y las pensiones, y asegurólos sindicalistas que le escuchaban que "salvo cuatro sinvergüenzas" ningún socialista se ha aprovechado de su paso por el gobierno.

BUENA INTUICION

Indicó también que en los últimos días tiene una "buena intuición" que le indica que la opinión de los ciudadanos está cambiando rápidamente, lo que, a su juicio, acerca cada vez más al PSOE a una victoria el próximo 3 de marzo.

González hizo una referencia expresa a la situación creada con el obispo de Barcelona, Ricard María Carles, al que la juticia italiana implicaba en un presunto delito de blanqueo de dinero negro de la mafia.

El presidente justificó la decisión del Gobierno de no admitir siquiera el envío de una comisión rogatoria para interrogar al obispo argumentando que "no somos beatos ni meapilas, sino que defendemos la dignidad de todos".

La intervención de González estuvo precedida por la de dos sindicalistas, uno de UGT y otro de CCOO, y por el ex vicepresidente del Gobierno y candidato socialista por Barcelona, Narcís Serr.

Serra hizo un llamamiento a la unidad de la izquierda para que "todos los votos progresistas se depositen en las urnas detrás del puño y rosa".

Además, hizo una dura crítica al Partido Popular con la que pretendió desmontar la imagen de partido de centro que viene dando con especial hincapié en los últimos meses. "Se presentan como de centro a pesar de tener el apoyo de Ruiz Mateos y la consideración de Ynestrillas", indicó.