Gómez-Calcerrada criticó la decisión de la Junta Electoral Central (JEC) de admitir los debates entre los candidatos de las dos formaciones mayoritarias, porque, a su juicio, este hecho añade crispación a la vida política y genera un clima de dramatismo en las relaciones políticas, "profundamente perturbador" de la convivencia civil.

"Supone un retroceso en el proceso democrático", agregó, "y es algo artificia interesadamente cultivado por las dos principales fuerzas políticas. Por eso, nosotros intentaremos preservar la opción de centro para dar autenticidad a la vida española".

Según el dirigente centrista, el bipartidismo impide a las instituciones funcionar con flexibilidad.

"Todo queda reducido", concluyó, "a un sí o un no. Se resta espontaneidad y frescura al juego político, mientras que el pluripartidismo, en cambio, otorga un punto de equilibrio y obliga al acercamiento y al compromiso con lasgrandes cuestiones de interés general".