En el terreno de la sencillez y la humildad también supera a sus rivales, como lo demuestra una confesión que hoy hizo en Plasencia (Cáceres), la de que ni siquiera tiene vídeo en casa.

La justificación es muy sencilla: "Sería lo que me faltaba. Tenemos televisión y los chicos ya se encargan de colocarse todos los días ante ella. Si encima tuviéramos un vídeo sería la ruina."

Pero es que en modestia quizá tampoco l gane nadie, porque este candidato a La Moncloa tampoco tiene guardaespaldas y viaja con un chófer amable y de aspecto bonachón, como único compañero de fatigas. "No tengo escolta, no tengo seguridad ni guardaespaldas. A mí me protege el pueblo. Además, un político que no esté en la calle no merece serlo. Yo reparto 3.000 programas en el cinturón industrial de Madrid y nadie me falta al respeto".

Calvo Ortega, que hoy no podía ocultar la satisfacción que le producía viajar por Extremadura, comentó a ls periodistas: "Estoy encantado de estar en esta tierra tan bonita. Cuando venía esta mañana de Salamanca tuve que dejar de escribir en el coche para admirar este paisaje tan espléndido".

En ese momento de placidez, el dirigente centrista se acordó también de un antiguo amigo de la Facultad de Derecho de Salamanca, el ahora archiconocido juez Marino Barbero. "Me acordé de él, pero no quiero decirlo muy alto porque no quiero verme involucrado en el 'caso Filesa'", bromeó Calvo Ortega.