A diferencia de otros años, el PSOE ha adelantado el inicio de la actividad política de su dirección elegida hace poco más de un mes. Por delante tiene la dura tarea de diseñar su estrategia política para los próximos meses y elaborar un catálogo de prioridades.

En estos días, la Ejecutiva está madurando también la elección de la dirección del Grupo Parlamentario, cuyo portavoz será Jesús aldera y en el que no se descarta la participación de alguien próximo al sector guerrista, que quedó fuera del órgano de dirección.

En la reunión del lunes, el secretario de Relaciones Institucionales del PSOE y secretario general del Partido Socialista de Euskadi, Nicolás Redondo Terreros, expondrá su visión del problema terrorista en el País Vasco y abogará porque el PSOE siga haciendo el papel de mediador para tratar de facilitar la creación de un foro en el que estén todos los partidos democrático.

Igualmente, los socialistas estudiarán los mecanismos que les permitan continuar con su apoyo leal al Gobierno en lo que se refiere a lucha antiterrorista pero desmancados de la estrategia del PP en el País Vasco. Se trata, por tanto, de evitar dar una imagen de "seguidismo" de la política del PP.

Junto con el análisis del que los socialistas consideran el primer problema del país, también se tomarán las decisiones más inmediatas para que el partido se ponga a trabajar en el diseño de una alterativa a la política económica del Gobierno y en concreto al Proyecto de Presupuestos Generales del Estado que deberá estar listo antes de finales de septiembre, fecha límite para que el Ejecutivo presente su propuesta en el Parlamento.

La política económica y social será el caballo de batalla del PSOE y el punto en el que pretenden dejar muy claras sus diferencias con el proyecto del PP, según indicaron fuentes socialistas.

El PSOE planterará también una dura batalla al Gobierno en lo relativo a a Ley de Extranjería, cuyo contenido tiene que ser fruto de un amplio acuerdo de Estado entre las principales fuerzas políticas.

En defintiva, los socialistas intentarán articular una oposición firme y eficaz que diferencie sus postulados claramente de los del Gobierno, pero que a la vez mantenga la lealtad en asuntos que interés nacional.