El "Estudio Nacional de los Niños" realizará un seguimiento de 100.000 mujeres y de sus hijos desde los primeros estadios de la gestación hasta que cumplan 21 años, con el fin de detectar causas genéticas y medioambientales de malformaciones congénitas, partos prematuros, bajo peso al nacer y otros problemas de salud.

El objetivo es encontrar nuevas formas de prevenir y tratar enfermedades y trastornos como la obesidad, el asma, la diabetes, el autismo y la esquizofrenia, que tienen un coste anual para la sanidad estadounidense de más de 543.000 millones de euros.

La investigación recabará muestras de sangre, orina, leche materna, saliva, cabello, así como del aire, agua, suelo y polvo del entorno en el que residan los voluntarios.

Los investigadores también recogerán datos sobre la nutrición de la familia, el uso de alcohol, fármacos, drogas y tabaco, y examinarán la presencia en las mujeres y niños que participan en el estudio de contaminantes medioambientales como el mercurio, el plomo, o pesticidas causantes de cáncer.

Según Philip Landrigan, profesor de la facultad de Medicina Mount Sinai de Nueva York, que participa en el proyecto, la amplitud del estudio y su metodología permitirá comprender mejor la influencia de la exposición a ciertos factores medioambientales durante el embarazo en el posterior desarrollo de ciertas enfermedades por parte de los hijos.