"EDUCA, NO PEGUES", CAMPAÑA CONTRA EL CASTIGO FISICO A LOS NIÑOS EN LA FAMILIA
- La mitad de los padres opina que un azote es imprescindible algunas veces
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Las organizaciones UNICEF y Save the Children, dedicadas a la defensa de la infancia, y las confederaciones de padres dealumnos CEAPA y CONCAPA presentaron hoy la campaña "Educa, no pegues", destinada a erradicar el castigo físico en la familia.
Estas organizaciones quieren luchar contra el tópico extendido de que un cachete o un azote vienen bien de vez en cuando, y abogan por que se eliminen estas conductas del ámbito familiar, como se ha hecho en la escuela española desde que la legislación lo prohibió taxativamente en 1985.
Los promotores de la campaña han editado 100.000 trípticos, 25.000 guías y han elaborad un manifiesto en el que piden al Parlamento que reforme el Código Civil para garantizar de forma expresa la integridad física y psíquica de los niños en el seno familiar.
La campaña tiene el patrocinio del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y a ella se han adherido ya varias decenas de organizaciones sociales.
ALGUNAS VECES
Según un reciente sondeo del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, el 48 por ciento de los españoles que conviven con hijos menores de 18 años cree que pegar a unniño un azote o una bofetada es "algunas veces" imprescindible.
El 20 por ciento de los consultados defiende estas prácticas con cierta asiduidad y el 2 por ciento sostiene que "muchas veces" es absolutamente imprescindible pegar un cachete a un niño. Las mujeres muestran una ligera mayor aceptación del castigo físico. Un 48,2 por ciento (casi una de cada dos) piensa que al menos algunas veces es imprescindible, frente al 41,8 por ciento de los varones.
Por edades, los jóvenes entre 18 y 29 años echazan más estos castigos que los adultos, que tienden a considerarla como una forma necesaria de disciplina.
El nivel educativo de los encuestados también condiciona la consideración del castigo físico: los grupos sin estudios primarios están más de acuerdo, ya que un 50,9 por ciento se mostró conforme con él.
Los expertos distinguen los malos tratos a menores del castigo físico en que éste es también una conducta violenta pero su objetivo es que el niño corrija su conducta, por lo que es sociamente aceptado. Bofetadas, cachetes, pellizcos o encierros son algunas manifestaciones de este comportamiento.
En la presentación de la campaña intervinieron Purificación Llaquet, presidenta de Save the Children; Joaquín Ruiz-Giménez, presidente del Comité Español de UNICEF, y Carlos Ladrón de Guevara, presidente de la confederación laica de padres, CEAPA.
Purificación Llaquet dijo que los padres tienen que mentalizarse de que el castigo físico no sólo no sirve para educar, sino que baja la autoetima del niño y rompe la comunicación con el adulto.
Según Ruiz-Giménez, el castigo físico es un espectáculo feo, rechazable desde el punto de vista ético, jurídico y estético, por lo que confió en que los grupos parlamentarios promuevan una modificación del Código Civil.
Para Carlos Ladrón de Guevara, la receta contra el castigo físico es que los padres apuesten por el diálogo con sus hijos, la corresponsabilidad en la toma de decisiones y el saber escuchar.
(SERVIMEDIA)
02 Jun 1999
JRN