Según informó hoy RIU Hotels, a los clientes se les comunica por escrito la entrada en vigor del impuesto y la obligación que tiene la cadena de proceder a su cobro.

Para compensarles, RIU Hotels entrega a sus clientes un bono canjeable por consumiciones de bebidas en el hotel o productos de "merchandising" en igual cuantía que el tributo abonado, que depende del número de días de estancia.

Por su parte, el liente cede al hotel, mediante la firma de un escrito, la autorización para impugnar el impuesto y solicitar las oportunas devoluciones para el caso de que los tribunales de Justicia consideren en el futuro que el tributo no es conforme a derecho.

RIU Hotels manifiesta que está en desacuerdo con dicho impuesto y conjuntamente con todos los empresarios hoteleros de Baleares ha presentado recurso ante los tribunales de Justicia con la finalidad de que sea suprimido.

La cadena hotelera es firme partdaria de la defensa del medio ambiente y aplica desde hace años medidas en este sentido, como ahorro de consumo de agua y energía, evitación de plásticos o reutilización de materiales.

Sin embargo, RIU Hotels disiente sobre la conveniencia de la ecotasa y la manera en que se ha implantado en el archipiélago balear.