Según informaron los organizadores del acto, bajo el lema "Pozuelo está de luto" los manifestantes colocarán crespones negros en algunas de las 3.000 encinas que pueblan el monte y que serán taladas debido a las obras.

Los convocantes, entre los que se encuentran Aedenat y la Coda, pretenden además celebrar con este acto el "día mundial contra las grandes infraestructuras viarias y por la restricción del tráfico rodado", campaña que ha sido convocada en otras 50 ciudades europeas.

Ls manifestantes exigirán la paralización de las obras de los tramos oeste y norte de la M-40, así como de los planes de desarrollo urbanístico (oficinas y comercios) que se proyectan en la zona.

Pedirán también la mejora y ampliación de la red ferroviaria de cercanías y del transporte público en general, la restricción del tráfico privado y el fomento del uso de la bicicleta como medio de desplazamiento.

Según los grupos ecologistas, el trazado de la autovía dañará el entorno a lo largo de 3 kilóetros en un bosque de 600 hectáreas, con un arbolado abundante y variado, algunos de cuyos ejemplares superan los 300 años de edad, que será talado sin que se contemple en el proyecto su reposición.

Además, subrayan los daños indirectos que causará la carretera, ya que con el paso continuado de vehículos aumentarán las emisiones de carbono y el nivel de ruido en las poblaciones situadas en los márgenes de la calzada.

La zona oeste es uno de los dos tramos de la autovía de circunvalación M-40 más riticados por los ecologistas. El otro es el cierre norte por el Monte de El Pardo, que, en opinión de estos grupos, causará un daño ecológico irreparable.