ECOLOGISTAS DE TODO EL MUNDO PIDEN A NACIONES UNIDAS QUE RECONDUZCA SUS DEBATES SOBRE MEDIO AMBIENTE
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Organizaciones ecologistas de todo el mundo han elaborado un decálogo con los objetivos que, en su opinión, debería marcarse los responsables de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD), a los que acusan de "esquivar" los graves problemas de conservación que tiene el planeta.
El documento, que en España está respaldado por Adena/WWF, Coda, Aedenat, Amigos de la Tierra, el Fondo para la Protección de la Naturaleza (FPNE) y La Sociedad Española de Ornitología (SEO), contiene los objetivos que, según estos colectivos, debería reflejar la Carta de la Tierra que se intenta redactar e Naciones Unidas.
Las cuestiones reflejadas en el decálogo hacen referencia al cambio climático, uso de los recursos, reformas económicas, facilidades para resolver los problemas de medio ambiente, cooperación internacional, tratamiento de residuos peligrosos, conservación de la capa forestal, uso de armas nucleares, energía y biotecnología y desarrollo adecuado del comercio.
Sobre el cambio climático, las organizaciones ecologistas piden a Naciones Unidas un acuerdo para reducir las emisiones degases que producen el efecto invernadero, como el CO2 (anhídrido carbónico), haciendo que los países más desarrollados, como Estados Unidos, varíen su actitud y acepten una negociación sobre este aspecto.
Para estos colectivos, las naciones del hemisferio norte deben introducir el criterio de racionalidad en el uso de los recursos naturales de los que disponen, con el fin de asegurar en esos estados un desarrollo económico sostenido, respetuoso con su entorno.
Esa medida, según los ecologistas, cnllevaría una serie de reformas económicas encaminadas a reconducir las relaciones comerciales Norte-Sur, el intercambio de recursos entre estas dos zonas del mundo y un trato especial para las naciones subdesarrolladas o en vías de desarrollo, con el fin de reducir su deuda externa.
Asimismo, rechazan la posibilidad de que el Banco Mundial sea el encargado de administrar los fondos con los que se pretende dotar a los responsables de velar por el cumplimiento de la Carta de la Tierra.
Los conservcionistas aseguran que la entidad financiera interanacional dificulta actualmente la solución de problemas medioambientales en países pobres, con medidas como la de exigirles reformas estructurales de ajuste duro a cambio de los créditos blandos que pueden obtener por su adhesión al Banco Mundial.
La prohibición tajante de exportaciones de residuos peligrosos e industrias contaminantes, la presión sobre los países ricos para que resuelvan sus propios problemas sobre desechos nucleares y tóxicos, un anlisis exhaustivo de las causas que provocan la destrucción de la capa forestal y la adopción de medidas que eviten su progresiva desaparición y el fin de las pruebas con armas nucleares, son otros de los aspectos recogidos en el decálogo.
(SERVIMEDIA)
02 Abr 1992
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