Así lo reflejan en el informe ‘Análisis de la situación y propuestas para la conservación de los insectos’. La campaña ‘Sin insectos no hay vida’ tiene como objetivo sensibilizar a la población sobre la importancia de los insectos, de las graves consecuencias ecológicas, sociales y económicas que tiene su progresiva desaparición, así como, reclamar a las administraciones la necesidad de adoptar medidas concretas urgentes para favorecer su conservación.

La profesora titular del departamento de Biodiversidad, Ecología y Evolución de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Complutense de Madrid Concepción Ornosa recordó que el 75% de la biomasa de insectos voladores como las mariposas, abejas, libélulas y escarabajos, entre otros, son las especies más amenazadas.

También recordaron que el declive de los insectos es consecuencia de la pérdida de hábitat, especialmente de prados y pastizales, debido a los usos agrícolas, la utilización de plaguicidas como insecticidas, herbicidas y fungicidas, la incidencia de patógenos y el cambio climático.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estima que la producción agrícola mundial que depende directamente de los polinizadores está entre 235.000 y 577.000 millones de dólares al año, y el volumen de la producción agrícola que depende de los polinizadores ha aumentado en un 300% en los últimos 50 años.

PROPUESTAS

Ante esta grave situación, la Asociación Española de Entomología y Ecologistas en Acción exigen a las administraciones medidas para frenar las principales amenazas que sufren los insectos, especialmente, “evitar la destrucción de su hábitat”, motivada muchas veces por la actividad agraria, reducir “muy sustancialmente” la utilización de plaguicidas, impulsando programas agrícolas y de asesoramiento para el manejo integral de plagas y de la polinización.

Asimismo, reiteraron la necesidad de fomentar la investigación sobre los insectos en España, creando proyectos actualizados de seguimiento y evaluación para poder conocer su estado de conservación real, facilitando su adecuada protección y frenar su extinción.

Los ecologistas expresaron la importancia de establecer programas de educación y sensibilización de la sociedad sobre la importancia y el respeto a la biodiversidad, y los beneficios que los insectos proporcionan al ser humano y al medio ambiente.