Así lo comunicó este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la compañía, que elevó un 6,8% sus ventas durante el período hasta los 1.557,9 millones de euros gracias a la división arrocera.

Ebro Foods, propietaria de marcas como Brillante, Sos o Garofalo, logró un resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado de 194,8 millones de euros, un 15,2% más. El margen Ebitda, por su parte, creció casi un punto porcentual, hasta el 12,5%, por “la estabilización de los precios de las materias primas principales y la relajación de otros costes como el transporte y la energía”.

La compañía subrayó que el segundo trimestre confirma “la positiva evolución del grupo durante el presente ejercicio” y apuntó que se ha podido constatar la contención de la inflación, ya que “prácticamente todas las materias primas principales han tocado techo y los costes energéticos y de transporte también se han reducido durante el período”.

Como ya sucediera en el primer trimestre, Ebro Foods alertó que la comparativa de los volúmenes de arroz y pasta seca con los de los mismos periodos del año anterior es difícil por el acaparamiento derivado de la guerra en Ucrania durante el primer semestre de 2022. No obstante, para la compañía es “satisfactoria” la consolidación del crecimiento de los volúmenes.

En concreto, la división arrocera elevó sus ventas un 8,3%, hasta los 1.230,8 millones de euros tras haber traspasado al precio “buena parte de la inflación”, mientras que el resultado operativo creció un 10,9% alcanzando los 125 millones de euros.

Sobre el comportamiento de esta división, Ebro Foods indicó que la ausencia de siembra en Andalucía y una reducción del 35% del área sembrada en Extremadura afectará fundamentalmente a la cosecha de grano largo en España, mientras que las lluvias en California e Italia garantizan una cosecha normal en japónica.

Asimismo, indicó que los altos precios del basmati están propiciando mayores siembras en India y Pakistán que deberían resultar en “mayores cosechas y ajustes de precio en el último trimestre de 2023”.

En toda Europa, la compañía observa reducción de ventas en volumen en torno al 4% respecto al 2022 por el efecto guerra que se pronuncia en las variedades de mayor coste (basmati, bombas y risottos). Por el contrario, Ebro Foods destacó “de manera muy positiva el mantenimiento, e incluso crecimiento, de nuestras cuotas de mercado”.

Por otro lado, la facturación de la división de pasta creció un 0,5% y se situó en 331,3 millones de euros, aunque, tras la venta de Roland Monterrat el año pasado, las ventas comparables se incrementaron un 9,9%. Por su parte, el resultado operativo volvió a beneficios y alcanzó los 22,6 millones de euros.

Sobre esta división, la compañía indicó que aunque el precio del trigo duro ha bajado durante el primer semestre, la llegada de una cosecha de mala calidad en Italia y las malas expectativas para la cosecha canadiense están incidiendo en un nuevo repunte de precios durante las últimas semanas.

Asimismo, señaló que en el negocio de pasta fresca los precios se mantienen altos debido a que materias primas principales para la categoría, como la patata (para los gnocchi), los lácteos y los huevos, no han bajado de precio.

Así, aunque en el último trimestre se percibió una cierta desaceleración, en el primer semestre del 2023 se vuelve a la senda del crecimiento en volúmenes. En media, la pasta fresca en Francia crece al 8%, siendo reseñable el crecimiento a doble dígito de los gnocchi.

Por otro lado, el grupo acabó el semestre con una posición de deuda neta de 778,5 millones de euros, 15,8 millones más que a cierre de ejercicio. Esta cifra recoge los pagos efectuados de dividendo de abril y junio y el devengo del pago del dividendo de octubre, que suponen un total de 94,1 millones de euros.

De cara al resto del año, la compañía espera reducir el capital circulante y la deuda neta y seguir apostando fuerte por innovación y los productos de valor con una “importante” actividad promocional programada. Además, esperan un entorno menos inflacionista en las materias primas principales, el arroz y el trigo duro, debido a las cosechas de la primera parte del año.