Energía
EAE recomienda aplazar la Agenda 2030 a 2050 por la permanencia de las energías fósiles
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EAE Business School aseguró este lunes que “es el momento de ponerle otra fecha a la Agenda 2030, por ejemplo, 2050” porque “las proyecciones nos muestran que las proporciones entre fuentes de energía apenas se alterarán en los próximos diez años, y que ni de lejos habrán desaparecido ni el carbón, ni el petróleo, ni el gas natural en treinta años”.
Es una de las principales conclusiones del informe ‘Sector Energético’ elaborado por el profesor de la escuela de negocios Eduardo Irastorza y publicado este lunes, que asegura que los combustibles fósiles “seguirán representando cuando menos las dos terceras partes, a pesar del creciente peso fuertemente subvencionado de las energías renovables”.
Para el autor del estudio, por mucho que España “ponga sus esperanzas en las energías renovables”, y especialmente en los molinos de viento, estos recursos “están aún muy lejos de cubrir sus necesidades energéticas. Sin duda, la apuesta ha sido muy decida por parte de los últimos gobiernos: las facilidades y subvenciones están a la orden del día, los planes de expansión en marcha y las empresas energéticas españolas siempre a la vanguardia mundial en este terreno”.
“Sin embargo, no debemos olvidar que el almacenamiento de energía es un muy serio problema todavía por resolver, de ahí las notables diferencias de precios entre horas punta y horas valle”, explicó.
Así, el informe subraya que el conflicto bélico en Ucrania y las consiguientes sanciones, limitaciones y encarecimiento de los precios ha obligado a muchos países “a volver a fijarse en el carbón ya que, en 2021, el consumo de este recurso energético ascendió a 161 exajulios, en comparación a los 145 de 2020”. También se subraya la constatación de que “China nunca renunció al carbón y India, la cual fue llamada a ser el horno metalúrgico del planeta, tampoco lo hizo”.
En cuanto a España, se indica que, hasta hace unos meses, “dada su extraordinaria situación geográfica y estratégica y las enormes inversiones realizadas por sus empresas energéticas en plantas de conversión de gas, se pensaba que se convertiría en el ‘hub’ gasístico de Europa. A pesar de ello, Italia y Francia hoy compiten por ocupar esa posición perdida”.
Sobre la energía nuclear, la apuesta española “dejó de existir por razones de seguridad y compromisos políticos internos. Sin embargo, este posicionamiento no ha impedido que llevamos años adquiriendo electricidad a Francia procedente de sus cercanas centrales nucleares”, recuerda Irastorza.
El informe también critica que son “empresas privadas y autónomos los que sostienen tanto la economía como la superpoblada, aunque no siempre tan cualificada, máquina del Estado” y que la mayoría de los profesionales “no pueden decidir a qué hora abren o cierran su actividad, y por tanto cómo, cuándo y dónde van a consumir más energía”.
“Es imprescindible entender que los planes políticos de actuación, y mucho menos los regulatorios, no pueden ser expresión de un escenario ideal, sino que han de atenerse a un objetivo, riguroso y certero análisis de la realidad, por dura que nos parezca”, recomienda el informe de la escuela de negocios.
Respecto al precio de la luz, se destaca que “El Gobierno ha entendido que todo lo que se mueve por carretera está forzado a subir sus precios y que ese es uno de los más poderosos motores de la inflación”. No obstante, critica que “la parte mollar del precio del combustible se va en impuestos” y que “en las actuales circunstancias se da el hecho paradójico de que contamos con un aparato recaudatorio que está siendo capaz de batir todos los récords históricos en materia impositiva”, algo que califica como un “hecho desconcertante”, que “no deja de sorprender a los expertos tecnócratas de Bruselas que han expresado ya sus dudas respecto a la necesidad de aportar Fondos Europeos a quien se las apaña tan bien en tiempos difíciles”.
(SERVIMEDIA)
07 Nov 2022
JMS/gja