La formación abertzale aseguró en un comunicado que sus dos ediles en el Consistorio "renuncian de inmediato a sus responsabilidades de gobierno y seguirán trabajando por Azpeitia desde la oposición", lo que deja a ANV en minoría al frente del Ayuntamiento.

Eusko Alkartasuna afirmó tener "perfectamente claro que la violencia no tiene sitio en Euskal Herria, que la reivindicación de las vías soberanistas es radicalmente incompatible con los atentados de ETA y que, en consecuencia, ninguna colaboración es posible ni lo será en el futuro, ni en los ayuntamientos ni a ningún otro nivel, con grupos políticos que aceptan en silencio la vulneración del derecho a la vida y que son incapaces de decir que, por razones tanto éticas como políticas, la violencia no es el camino".

Acción Nacionalista Vasca gobernaba hasta ahora el Ayuntamiento de Azpeitia gracias al apoyo de los dos concejales de Eusko Alkartasuna y uno de Ezker Batua, lo que permitió arrebatar el poder al PNV tras las elecciones municipales de 2007.

El PNV ganó aquellos comicios en Azpeitia con el 44% de los votos y 8 concejales; por delante de Acción Nacionalista Vasca, con 6 ediles; los dos de Eusko Alkartasuna y uno de la coalición conformada por Ezker Batua-Berdeak y Aralar.