En una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, Duran felicitó a Joseph Ratzinger por su elección "no simplemente como jefe de la Iglesia Católica, sino de un Estado soberano como el Vaticano", y recalcó que por su cercanía al anterior Papa y su vivencia en la Curia, era uno de los candidatos con más posibilidades.

A su juicio, es "precipitado hacer juicios de valor, hay que esperar a ver cuáles son sus planteamientos a lo largo de su Pontificado", y, si "cualquier político de cualquier color merece al menos 100 días", también al Papa se le debe dar este plazo, o el que sea necesario.

Lamentó, en este sentido, la interpretación "dura y severa" realizada desde algunos sectores "a partir de lo que ha hecho como responsable de la doctrina", y no por el modo en que pueda desarrollar su labor como Santo Padre.

Expresó su deseo de que Benedicto XVI continúe "en la línea de lo que ha sido Juan Pablo II", en el sentido de que "la voz de la Iglesia continúe siendo una voz en favor de la paz, de los pobres", y no "de la doctrina liberal llevada al extremo".

Por último, indicó que Ratzinger, como obispo católico alemán, debe tener "muy en cuenta la necesidad de continuar la apertura de la Iglesia a las demás religiones" iniciada por Juan Pablo II, y pidió que "se acuerde de que hay una comunidad católica que habla una lengua distinta".