EL DUQUE DE FERIA RECONOCE QUE LE GUSTA FOTOGRAFIAR A MUJERES DESNUDAS Y NIEGA QUE ORDENARA RAPTAR A LA NIÑA

SEVILLA
SERVIMEDIA

El duque de Feria admitió hoy, anteel tribunal que le juzga en Sevilla por rapto y corrupción de menores, que le gusta tomar fotografías de mujeres desnudas, pero negó que ofreciera droga a sus prostitutas y que tuviera la más mínima implicación en la presencia de una niña de 5 años en su apartamento en dos ocasiones. Reconoció sin embargo que le hizo hasta seis fotos en la bañera.

Rafael Medina aseguró al tribunal que consumía una media de 3 ó 4 gramos de cocaína al día en el momento en que se produjeron los hechos, por los que se le mputan cinco presuntos delitos.

Medina respondió sin titubear las contundentes preguntas de la fiscal Dolores Villalonga. En su testimonio desmintió todas y cada una de las afirmaciones realizadas en la sesión de ayer por las tres prostitutas inculpadas.

Negó que contratara a Mercedes Almeida para que le llevara jóvenes de 15 ó 16 años y "muchísimo menos" a travestidos, si bien admitió que le pidió mujeres con el pecho bonito, tipo de modelos, aunque aseguró que nunca le llevó ninguna.

Medin negó haber pagado a Almeida, con la convivió unos 45 días, una media de 7.000 pesetas al día para droga y matizó que ese dinero era para las tareas de la casa, aunque sabía que la mujer consumía heroína. Asimismo, aseguró que en dos ocasiones le prestó su tarjeta de crédito.

A su juicio, las inculpadas tienen un concepto equivocado de la justicia y por eso declararon en contra de la verdad ayer. "Han creído que por ser un duque o un aristócrata tenía la patente de corso con ánimo de exculparse", afiró.

El duque señaló que contrató a cinco prostitutas, dos de ellas las inculpadas Sandra Alvarez y Mercedes Almeida, para hablar con ellas y hacerles fotos con una cámara instantánea, porque, según dijo, se sentía solo, y aseguró que durante esas sesiones él no llegó a desnudarse.

SESIONES FOTOGRAFICAS

Medina dijo que jamás raptó ni mandó raptar a ninguna niña, aunque sí fotografió a Ana María vestida y desnuda. Sin embargo, se negó a contestar si ha hecho fotos a mujeres desnudas en el Palacio e la Casa de Pilatos, propiedad de los Medinaceli en Sevilla. A su juicio, las fotos realizadas no tienen sentido ninguno de culpabilidad. "Hacer fotos no es ningún delito", señaló.

En su exposición de los hechos, contraria lo relatado por las tres prostitutas inculpadas, el duque de Feria explicó que el 24 de febrero de 1993 se encontró con la niña en su apartamento, que había sido llevada por su tía, Isabel Santares, aunque no preguntó si sus padres sabían que estuviera allí.

El duque relató qu se quedó con ella en el salón mientras Santares y Almeida se retiraron al dormitorio. Según su declaración, le dio de beber un batido de chocolate, con el que la pequeña se manchó, y limpió sus ropas pero no la desnudó.

En contra de lo afirmado por las inculpadas, negó que hiciera fotos a la niña desnuda y aseguró no recordar si se las hizo en bragas. Tampoco le pintó la cara, pero sí sabía que llevaba las uñas de los pies pintadas. Medina negó también que hubiera revistas pornográficas a su alrededo. Con la niña estuvo por espacio de "una hora y algo".

Asimismo, declaró que tres días antes de ser detenido contrató los servicios de la joven Sandra Alvarez, prostituta también de los alrededores del hotel Los Lebreros de Sevilla, y se quedó a vivir con él durante esos días junto con Mercedes Almeida.

Medina aseguró que no sabía su edad -tenía entonces 17 años- y que, por su aspecto físico y su forma de pensar parecía mayor. También dijo que las posturas de Sandra en sus fotos, con las piernas biertas sobre un balón y en un sofá, fueron iniciativa suya, excepto una, en la que él le sugirió taparse sus pechos con los brazos y colocarse las manos en el sexo.

El duque negó haber pegado o escupido a las mujeres que contrataba y aseguró no reconocerse en las fotos mostradas por el tribunal en las que aparece fotografiado junto a las prostitutas desnudas.

AMANTE DE LA ESTETICA

En contra de lo declarado por las tres inculpadas, el duque dijo que en la mañana del 4 de marzo de 1993, segunda ez que la niña estuvo en su casa y día en que fue detenido, no estuvo en su apartamento, porque tuvo que realizar gestiones en bancos de la ciudad.

Añadió que estuvo en un bingo a mediodía y encontró a la niña en casa cuando regresó. Según dijo, tenía el baño preparado para él antes de echarse la siesta, pero invitó a Sandra y la niña a que se bañaran juntas porque la niña estaba muy sucia. "Me pareció una buena medida que se diera un baño, porque me gusta la estética y la limpieza", dijo.

Antes e ser detenido, tomó seis fotos de las dos jóvenes en la bañera. Al llegar la policía, Medina reconoció que pidió a Mercedes Almeida que declarase que las fotos eran obra suya.

Según sus palabras, el consumo diario de cocaína era su "gran drama diario". Su adicción fue "in crescendo", hasta llegar hasta los 3 y 4 gramos por día. El duque bebía además cantidades "ingentes" de alcohol.

(SERVIMEDIA)
22 Feb 1994
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