En declaraciones a Servimedia, Castells valoró muy positivamente que la Policía Autónoma Vasca se haya decidido finalmente a adoptar estas medidas y eludió hacer cualquier otro tipo de comentario, indicando que no desea aparecer durante algún tiempo en los medios de comunicación.

El pasado da 24 de diciembre se produjo un ataque a la librería, cuando un grupo de violentos rompió los escaparates y roció los libros con pintura roja y gris. Una semana después la tienda volvió a ser asaltada, aunque esta vez los agresores sólo rompieron la luna.

Sin embargo, en la madrugada del pasado domingo el establecimiento fue nuevamente atacado por dos veces consecutivas. Tras romper los cristales, un grupo de individuos sacó algunos libros de la tienda y los quemó en la vía pública, además de arrojar n el interior del establecimiento cócteles incendiarios que ocasionaron diversos desperfectos.