Mayor lanzó este anuncio en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en el que expuso un balance de las medidas aprobadas por el Gobierno en enero de 1997.

De él se desprenden "avances, pero no todo lo satisfactorios que todos deseamos", según explicó, como el descenso del consumo de heroína, de los contagios de sida por esta vía, y de la alarma social generada por la droga.

También se aprecia una "cirta estabilización" del consumo de drogas de síntesis, y datos "sustancialmente peores" en cuanto al alcohol y el cannabis.

El ministro también avanzó nuevas medidas para dar ese "nuevo impulso" al Plan, como la elaboración de un mapa nacional de puntos negros de venta de droga al por menor, el reforzamiento de las unidades especializadas de Policía y Guardia Civil en el litoral, la formación específica de 200 funcionarios, la ampliación de los programas de prevención a 180 centros escolares, y el acurdo con el Plan Nacional del Sida para dar 50 cursos a profesionales.

Además, se crearán "sondas de información rápidas" para detectar y analizar en cada momento y lugar los cambios de tendencia de consumo, y se incorporarán al convenio con el INEM talleres de empleo para la reinserción de drogodependientes.

Mayor Oreja subrayó el aumento de la eficacia policial, que ejemplificó en las operaciones de las últimas semanas que han permitido la incautación de 442 kilos de heroína, de 12 toneladas de recursores para elaborar 60 toneladas de cocaína, y la desarticulación de una trama de blanqueo de dinero en la que se movían 1.500 millones de pesetas al mes.

Según los datos de este balance, entre 1995 y 1998 el presupuesto de lucha contra la droga ha pasado de 3.670 a 6.427 millones de pesetas, y a 31 de diciembre del año pasado se habían decomisado a los narcotraficantes 1.741 millones en bienes.