Se trata de centros en los que se facilita al drogodependiente conseo jurídico, alimentación, ducha y ropa durante un periodo corto de dos o tres días de estancia. En la proposición, los socialistas aseguran que estas dependencias suponen "un paso más para mejorar y facilitar la asistencia socio-sanitaria, ya que suponen, además, un lugar de cobijo y escucha para el drogodependiente".

El PSOE cree que estos centros de emergencia pueden ser complementarios con las unidades móviles que acuden a las zonas donde materialmente se manifiesta el problema de la drogadicción. La proposición insta al Gobierno a enviar al Congreso, en el plazo de tres meses, un estudio de futura apertura de centros de emergencia social, con el detalle de localidades beneficiarias y acompañado de la correspondiente memoria económica.