En su manifiesto, CIO propone nuevos principios para una estrategia alternativa en el control de las drogas, basada en políticas que protejan a las personas en lugarde causar más daño, y con los objetivos de defender el bienestar humano.

A juicio de las organizaciones no gubernamentales, existe un abismo creciente entre los expertos en droga, que reconocen muchas de las deficiencias de las estrategias aplicadas para acabar con el fenómeno, y el sector político, que por temor a ser considerados "suaves sobre drogas" evitan hacer reflexiones sobre el orígen del problema.

En su manifiesto, la CIO acusa a los políticos de intentar justificar que la represión par luchar contra las drogas y el narcotráfico no ha funcionado porque "no ha habido suficiente" y de apostar por endurecer la represión en lugar de reconsiderarla.

EXPERIMENTOS

Según las ONG's mundiales que apuestan por la legalización de las drogas, entre las que se encuentran varias españolas (AMEC, ARSEC, Jueces para la Democracia), las políticas de reducción de cultivos de hoja de coca y de opio en los países productores ha sido "nefasta" y no han pasado de ser "experimentos" sin mayor impacto ecoómico.

A su juicio, en la última década la mayoría de los campesinos involucrados en el cultivo ilícito ha tenido experiencias muy negativas con programas de control de drogas y las operaciones para el desarrollo de cultivos alternativos han llevado a violaciones de los derechos humanos, han tenido graves impactos sobre el medio ambiente y no han respetado la participación de la población local.

Asimismo, las organizaciones no gubernamentales han denunciado que su voz no se podrá oír en la reunió oficial de Naciones Unidas, a pesar del alarde que ha hecho la organización mundial sobre la importancia de incluir a la sociedad civil en el debate global de su reunión.

También lamentan que el "mundo pierda una oportunidad histórica" para aprender de los "múltiples errores que se han cometido en la lucha contra las drogas".