Día de la Mujer
La dosis de ciertos medicamentos debería ajustarse en la mujer para mantener la seguridad y efectividad del tratamiento
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Los medicamentos actúan de forma distinta en las mujeres que en los hombres y es importante ajustar las dosis de los fármacos a las condiciones propias de la mujer para, así, garantizar la efectividad y seguridad de los tratamientos en este grupo de población.
Así lo destacó el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, con motivo del Día Internacional de la Mujer (8-M). La administración de medicamentos difícilmente se realiza según miligramos/kilogramos (mg/kg), lo que hace que, a menudo, las mujeres reciban dosis más altas, provocando mayores concentraciones, de acuerdo con el volumen de distribución y el aclaramiento plasmático, y una mayor exposición a los medicamentos.
Hay que recordar que la mujer, de peso promedio, tiene un mayor porcentaje de grasa corporal que el hombre, lo que afecta al volumen de distribución de algunos medicamentos. Además, el aclaramiento renal de un fármaco inalterado es menor en las mujeres debido a sus menores tasas de filtración glomerular.
En este sentido, después de ajustar la dosis según el tamaño del cuerpo y la edad, hay que tener en cuenta que la tasa de filtración glomerular para las mujeres es un 10% inferior que en los hombres. Los farmacéuticos explicaron que hay algunos fármacos con los que hay que tener especial precaución y ajustar las dosis teniendo en cuentan las condiciones específicas de la mujer.
Entre ellos se encuentran las estatinas porque las mujeres mayores, sobre todo las que presentan bajo peso corporal, tienen mayor riesgo de sufrir efectos adversos, y la digoxina, ya que no solo se elimina en menor intensidad, sino que también presenta un menor aclaramiento renal, un volumen de distribución reducido y la semivida plasmática es más larga en mujeres. Esto hace “necesario” reducir la dosis o incrementar los intervalos de administración para evitar la potenciación del riesgo de reacciones adversas.
Precisamente, las mujeres tienen un mayor riesgo, entre 1,5 y 1,7 veces superior, de sufrir reacciones adversas a los medicamentos. Los opiáceos y las benzodiacepinas son otros fármacos cuya pauta hay que adaptar a las mujeres, ya que tienen más riesgo de dependencia y adicción, y los antipsicóticos, que ellas los metabolizan de forman más lenta y su efectividad puede ser diferente a la esperada.
(SERVIMEDIA)
07 Mar 2025
AGG/gja