LOS DOS POLICIAS DE PARLA ACUSADOS DE TORTURAR A UN JOVEN NEGARON LOS HECHOS, EN LA VISTA DE HOY EN LA AUDIENCIA

MADRID
SERVIMEDIA

Los inspectores de policía José García González y Manuel García Mancha negaron en el juicio que comenzó hoy en la Audiencia Provincial de Madrid, haber torturado a Manuel Rafael Gómez,de 20 años, después de que le detuviesen en la localidad madrileña de Parla, en la madrugada del 26 de abril de 1985.

El fiscal solicita para ambos policías 5 mese de cárcel por torturas y 6 meses de suspensión por detención ilegal, en tanto que la acusación particular y popular pidieron para cada procesado cinco años de cárcel y diez años de inhabilitación, por el delito de torturas, y tres años más de suspensión, por la detención ilegal.

Hacia las seis de la mañana del día de autos, Manuel Rafael Gómez fue visto en la calle Dos Amigos, de Parla, por policías que vigilaban la casa de Antonio Angel Orihuela Benjumea, alias "chiqui", presunto autor de un robo pepetrado el día anterior, en el que resultó muerto el policía Miguel Breganciano Caro.

El inspector José García González, que dirigía aquel servicio de vigilancia, ordenó el traslado de Manuel Rafael Gómez a la comisaría de Parla.

DECLARACIONES SIN ABOGADO

Según el fiscal, los funcionarios detuvieron al joven sin comunicarle los motivos y, además, le tomaron declaración sin la asistencia de letrado alguno.

El fiscal añade en sus conclusiones que los dos procesados interrogaron al joven sobr su supuesta participación en el robo del día anterior y en la muerte del policía Miguel Breganciano.

También establece que en el transcurso del interrogatorio, "le sometieron a fuertes presiones psíquicas y le golpearon y maltrataron".

José García González negó en el curso de la vista de hoy, que detuvieran al joven y señaló que lo único que hicieron fue "ordenar que le trasladasen a la comisaría a efectos de identificación", pues Manuel Rafael no llevaba consigo en aquel momento ningún document de identificación.

Como efecto de los golpes recibidos, según las mismas tesis del fiscal, el detenido tuvo que ser ingresado el 30 de octubre de aquel mismo año en una clínica para que se le practicasen una operación quirúrgica en el bazo, órgano que Manuel Rafael tenía afectado por estar aquejado de la enfermedad del Kala-Azar.

AJUSTE DE CUENTAS

Las declaraciones del segundo de los procesados, Manuel García Mancha, ante el juez de la sección primera de la Audiencia Provincial de Madrid coincdieron con las de su compañero y negó también las supuestas torturas.

García Mancha señaló, además, que había recibido varias llamadas telefónicas, con posterioridad a los hechos por los que se les juzgaba hoy, en las que se atribuían las lesiones que presentaba Manuel Rafael a un ajuste de cuentas.

Según el inspector de policía, en las llamadas telefónicas anónimas le indicaron que fueron personas cercanas al "chiqui" quienes agredieron a Manuel Rafael, por estimar que hubiera denunciado, en susdeclaraciones ante la policía, a los implicados en el robo del día anterior y en la muerte de Miguel Breganciano.

El juicio continuará mañana, martes, con la declaración de los testigos propuestos por las distintas partes implicadas.

(SERVIMEDIA)
04 Mar 1991
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