Según informó hoy el Ministerio de Defensa, el accidente ocurrió a últimas horas de la mañana, cuando el avión, un reactor de entrenamiento de fabricación española, sufrió una parada en su motor durante una misión de entrenamiento.

Esto obligó a los dos pilotos, el capitán Fernando García Buergo y al alférez alumno Alberto García Hevia, a saltar en paracaidas, resultando ilesos. El avión se estrelló contra el suelo en una zona despoblada cercana a la base.

E Ministerio de Defensa ha nombrado un juez instructor para esclarecer las causas de este accidente, el segundo en el que están involucrados aviones militares que se produce en menos una semana.

El pasado día 20, el comandante José Miguel López Merino, de 38 años, falleció al chocar dos Mirage F-1 del Ejército del Aire español, que posteriormente se estrellaron en suelo francés, cuando se dirigían a la localidad belga de Florenne para realizar un ejercicio con las Fuerzas Aéreas de ese país.

En aqella ocasión, el Ministerio de Defensa envió una comisión investigadora al lugar del siniestro para averiguar las causas del accidente que, según los primeros indicios, se debió a un fallo humano.