Los muertos son José Manuel Fernández Lozano, de 25 años, soltero y natural de Alfacar (Granada), que llevaba un año destinado en San Sebastián, y Juan Manuel Martínez Gil, de 23 años, natural de Gondomar (Pontevedra), que llevaba tres meses en la capital donostiarra. Ambos prestaban servicio en el cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo.

Los dos agentes, que vestían de paisano, fueron tiroteados a bocajarro, cuando salía de hacer unas compras del hipermercado Mamut, de Oyarzun, y se encontraban ya en el coche, un Renault 19 negro con matrícula de Granada GR-9651-W, propiedad de José Manuel Fernández.

Ambos fueron tiroteados de frente, cuando el coche acababa de ser puesto en marcha, por un joven que al parecer vestía ropa deportiva y se dio a la fuga corriendo. El automóvil presentaba dos orificios de bala en el cristal delantero.

José Manuel Fernández falleció en el acto y su compañero fue trasladado herido grae -al haber sido alcanzado en el cuello- al Hospital Nuestra Señora de Aránzazu, de San Sebastián, donde murió poco después, mientras era intervenido quirúrgicamente.

En el lugar de los hechos se encontraron siete casquillos de bala del calibre 9 milímetros "parabellum", munición que utiliza habitualmente la banda terrorista ETA.

De confirmarse que la autoría del atentado corresponde a ETA, sería el primero que comete esta organización en nuestro país desde el pasado 9 de junio.

Poco despuésde cometerse el atentado, la Guardia Civil y la Policía Autonóma Vasca acudieron a la zona y realizaron un gran despliegue, aunque apenas establecieron controles en las carreteras.

Los dos guardias asesinados se ocupaban habitualmente de labores de vigilancia de edificios de la capital guipuzcoana, según fuentes del Gobierno Civil.