Las dos acusadas, Isabel Barceló y Rosa Bardisa, pueden ser condenadas a un año de prisión y catorce de inhabilitación si prospera la demanda de la acusación particular.

Según figura en el sumario, la filtración de los exámenes se produjo en mayo de 1991, pocs días antes de la toma de posesión de Rita Barberá como alcaldesa, tras ganar las elecciones municipales y arrebatar el puesto a la anterior presidenta del cabildo, la socialista Clementina Ródenas.

El mismo día de las pruebas, un grupo de opositores presentó ante notario una lista de pregunta que luego se demostró ser las mismas que se habían realizado en los exámenes horas más tarde.

Las dos funcionarias han negado en sus comparecencias todos los cargos, alegando como miembros del tribunal queconfeccionó las preguntas que "es muy fácil, dado el temario, elaborar una lista de preguntas y que coincidan con las que se plantean en el examen".

Los denunciantes de la filtración presentaron también el mismo día una denuncia en el juzgado de guardia, con declaraciones de uno de los aspirantes reconociendo los hechos. Las oposiciones fueron paralizadas al presentarse un recurso que está a la espera de resolución.