DOS AÑOS DE CARCEL PARA UN HOMBRE DE 70 AÑOS QUE ABUSO DE UNA NIÑA DE 11

MADRID
SERVIMEDIA

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha confirmado la pena de dos años de cárcel para un hombre de 70 años que abusó de una niña de once años a la que luego daba 1.000 pesetas. El acusado fue condenado por un delito de prostitución y otro de obstrucción a la justicia.

Los hechos que han dado lugar a la sentencia se produjeron en Crtagena (Murcia) entre 1990 y 1992, cuando Juan Martínez Belando se fijó en la niña D.C.M., de 11 años de edad, y se dispuso a ganarse su confianza de manera gradual "con promesas y halagos".

De invitarla a dar un pasaeo en su ciclomotor, el acusado pasó a llevarla a la vivienda donde, al menos en tres ocasiones distintas, se desnudó y despojó de la ropa a la menor, a quien procedió a manosear y obligó a masturbarle, tras lo cual le entregó 1.000 pesetas, dinero que la madre de la niña creía procedent de la mendicidad.

Según consta en la sentencia, el acusado, que llegó a golpear a la niña al verla en compañía de algún muchacho, "trabó lazos de dependencia con la familia de la menor" hasta el punto que les compraba ropa y alimentos y de acoger en su casa a un cuñado y a una hermana de la cría. Con el tiempo, la víctima evitaba salir a la calle debido al asedio al que era sometida.

A principios de noviembre de 1992, el inculpado se presentó en el domicilio de la menor, quien, debido a su miedo abrió la puerta sin retirar la cadena de seguridad, lo que no gustó nada al acusado. Este comenzó a golpear la entrada cuando se presentó la madre de la cría, a quien dijo que iba a denunciar "por tener una hija tan puta y tan golfa".

Cuando la madre de la menor presentó la denuncia contra el acusado, éste amenazó a la mujer con "rajarlas" a ella ya su hija, ponerles los ojos "morados" y "coserles el resto del cuerpo a puñaladas".

La Audiencia Provinial de Murcia condenó al acusado a dos años deprisión y a uma multa de 182.500 pesetas por un delito de prostitución y otro de obstrucción a la justicia, fallo que ha sido confirmado ahora por el Alto Tribunal.

Tras recordar que el propio acusado reconoció haber tratado de obstruir la acción de la justicia al amenazar a la madre y a la víctima, el Supremo agrega que la sentencia es conforme a derecho, no se vulneró su presunción de inocencia y contó con todas las garantías procesales.

Así, el Alto Tribunal recuerda que cuando el fiscal decidó acusarle de los delitos de prostitución y de obstrucción a la justicia, en lugar de inducción a la prostitución de una menor, el abogado del inculpado no formuló alegación alguna en contra.

(SERVIMEDIA)
25 Jul 2000
VBR