Nombela manifestó, tras la firma de un convenio de colaboración con la Asociación de Periodistas de Información mbiental (APIA), que comprende el interés por reanudar una actividad que genera puestos de trabajo, pero expresó su preocupación por la situación de la balsa de residuos siniestrada, que todavía contiene estériles mineros.

El máximo responsable del CSIC explicó que las condiciones que dictó el Instituto Tecnológico Geominero de España (ITGE) para garantizar la impermeabilidad de la nueva corta de residuos puede garantizar la seguridad de este almacenamiento, pero insistió en que es necesario sellar laantigua balsa.

Respecto a los efectos del vertido, Nombela dijo que entre el 10 y el 15 por ciento de las aves que invernan en la comarca de Doñana pueden presentar niveles altos de contaminación por metales pesados, si bien no se ha detectado un aumento de la tasa de mortalidad en aves.

El CSIC ha obtenido esta conclusión tras analizar algunas aves encontradas muertas en las inmediaciones del parque nacional y algunos ejemplares capturados y posteriormente puestos en libertad.

Sin embargo, ombela señaló que hasta dentro de unas dos semanas no estarán disponibles los resultados definitivos, que permitirán conocer los metales hallados en los análisis y saber con exactitud los niveles de contaminación.

Además, el presidente del CSIC indicó que en el caso del plomo será difícil determinar en qué medida la contaminación está provocada por el vertido de la mina de Aznalcóllar o por la ingestión de perdigones de plomo.

ACTUACION CIENTIFICA

En cualquier caso, apuntó que los daños provocaos por el vertido no son irreversibles y destacó la actuación de la comunidad científica española para minimizar el impacto del accidente.

El 15 por ciento de los suelos afectados que presentaba niveles muy altos de contaminación han empezado a ser tratados con plantas autóctonas que absorben el zinc. En el caso de los acuíferos, Nombela explicó que en los pocos pozos que resultaron afectados se ha logrado reducir el impacto.

El responsable del CSIC manifestó que en un plazo aproximado de cinco aos los efectos del vertido pueden quedar subsanados. Pese a esta visión, Nombela advirtió de que es necesario crear "mecanismos claros de actuación en caso de emergencia ambiental".

En este sentido, Nombela pidió que se "utilice más a los científicos", ya que se mostró convencido de que "la comunidad científica puede ser mucho más útil"