Quiliano Jaraiz, portavoz de Asaja-Sevilla, declaró hoy a Servimedia que si bien inicialmente la asociación cifró en 1.500 millones de pesetas las pérdidas que el vertido ocasionará a la agricultura de la zona, los daños a medio y largo plazo serán muy superiores, por los efectos que los metales pesados tendrán sobre las tierras en próximas cosechas.

Por este motivo, la organización de agricultores, en colaboración con la Juta de Andalucía, realizará una auditoría para conocer los efectos del vertido en las tierras y los acuíferos que abastecen a los regadíos de la vega del Guadalquivir.

Jaraiz señaló que las aguas contaminadas de la empresa Boliden dejarán estériles "unas tierras que hasta ahora eran más fértiles en Andalucía, gracias al clima y su proximidad al Parque Nacional de Doñana".

Asaja exigirá a la empresa que indemnice a los agricultores, en virtud del principio de "quien contamina paga", y en caso contrrio pedirá que sea la Junta de Andalucía la que asuma los costes de la catástrofe como responsable civil subsidiaria.