Según el coordinador de WWF/Adena para Doñana, Guido Schmidt, "las prisas por declarar finalizadas las tareas de limpieza, atribuirse el mérito y sacar ventajas políticas han provocado que el lodo tóxico haya sido enterrado, dispersado por toda la zona y no retirado de las zonas de difícil acceso".

Asimismo, afirmó que "ninguno de los sectores contaminados por la riada de lodos tóxicos del 25 de abril de 1998 se ha limpiado completamente, en contra de lo ue se ha hecho público a través de la Comisión de Coordinación".

La organización ecologísta considera que las técnicas de limpieza inadecuadas, que están causando enterramiento de la capa contaminada, deben corregirse y los trabajos en todos los sectores deben continuar hasta eliminar todos los riesgos.

En este sentido, Adena cree indispensable que se realice un análisis independiente de la calidad de los trabajos de limpieza, antes de que se inicie la estación de las lluvias. "En la consideració de la calidad deben incluirse los aspectos de responsabilidad ambiental", concluye.