DON JUAN DE BORBON.-PERSONALIDADES Y CIUDADANOS DE A PIE AGUARDARON SU TURNO PARA DAR EL ULTIMO ADIOS A DON JUAN
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Miles de personas acudieron desde antes del mediodía a aguardar su turno para despedir a don Juan de Borbón e el Salón del Trono del Palacio Real de Madrid.
En la cola, que llegaba hasta los jardines de Mohamed I (en las traseras del Palacio Real), se agolparon viejos y jóvenes, hombres públicos y gente de a pie que había visto de cerca a don Juan en alguna ocasión o que admiraba su labor desde el exilio.
Andrés, un monárquico de 76 años, esperaba su turno con la bolsa de la compra en la mano. "No quería perder la oportunidad de despedir a un hombre tan excepcional y que tanto hizo. Soy mayor y si no veía ahora después no podría quedarme; no he podido dejar la bolsa en casa".
También entre el público estaba el eurodiputado del PP Marcelino Oreja, que trataba de pasar desapercibido. "El pueblo español y especialmente el madrileño sienten hoy una gran emoción por un hombre que se entregó siempre a su país", declaró a Servimedia.
Mientras decenas de floristas improvisados vendían claveles al público, varias coronas de flores enviadas por miembros de la Familia Real, la Presidencia del Gobierno, la comunidades autónomas e incluso de canales de televisión o asociaciones privadas entraban al Palacio Real para ser depositadas en el Salón del Trono.
"SEEMED TO BE VERY HONEST"
Los turistas tampoco fueron ajenos a la ceremonia de despedida de don Juan de Borbón. Una pareja británica, cámara fotográfica en mano, decía haber visto en varias ocasiones al "duque de Barcelona". "He was very good-looking" ("era muy guapo"), decía la mujer, mientras el marido, más serio, afirmaba: "and seemed to be very hnest" ("y parecía muy honesto").
Un grupo de 33 chicas de 13 a 16 años, que estudian en el colegio de Las Esclavas de Jerez de la Frontera (Cádiz), hizo una parada en su viaje de estudios para dar al último adiós al conde de Barcelona. "Nos caía bien y era muy serio", dijeron casi a coro.
Algunas chicas lloraban esperando su turno con orquídeas en la mano, mientras varias señoras descansaban en sillas plegables y algunos monárquicos, con capas grises y las insignias de la institución, aguardaban u turno.
La nota general en la cola era de un gran respeto por don Juan de Borbón, mientras en los jardines de la Plaza de Oriente y calle Bailén se agolpaban algunos estudiantes para celebrar la víspera de las vacaciones de Semana Santa, un tanto ajenos a la última despedida al conde de Barcelona.
(SERVIMEDIA)
02 Abr 1993
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