Esta fue la decisión que tomó Junts tras la reunión de la ejecutiva del partido que empezó ayer a las 10.30 horas y cuyo objetivo era tomar una decisión sobre su continuidad o no en el Govern, después de que el presidente catalán, Pere Aragonès, cesara al vicepresidente Jordi Puigneró, de Junts.

Este partido consideró que la decisión de Aragonès fue un “error histórico” que “pone en peligro la continuidad del proyecto independentista” y “vulnera” el acuerdo de gobierno firmado entre ambos partidos. Por ello, convocaron una reunión para abordar la situación producida después de haberle propuesto a Aragonès que se sometiera a una cuestión de confianza.

Tras más de nueve horas de reunión, Borràs y el secretario general del partido, Jordi Turull, ofrecieron una rueda de prensa para informar de que será la militancia la que decida el futuro de Junts en el Govern. El lunes la Ejecutiva formulará la pregunta concreta que someterá a la formación y que será “clara”.

Antes de esta consulta, Junts hizo llegar a Aragonès una propuesta con “concreciones, garantías y plazos” para cumplir tres puntos del acuerdo de gobierno firmado el año pasado que son la “unidad estratégica, la negociación sobre la amnistía y la autodeterminación, y la coordinación en Madrid”.

CRÍTICAS

Durante la segunda jornada del Debate sobre Política General en el Parlament, el líder del Partido Popular en Cataluña, Alejandro Fernández, criticó que lo único que es capaz de decir el Govern a la sociedad catalana “es que la semana que viene el futuro de 7,5 millones de catalanes lo van a decidir 3.000 afiliados de Junts a su libre albedrio y capricho”. “¿No les da a ustedes vergüenza?”, preguntó.

Fernández pronunció estas palabras después de que Aragonès pidiese comparecer en el Parlament de Cataluña para asegurar que su apuesta es “que el Govern actual pueda continuar” y explicar lo sucedido en los últimos días en la coalición del Ejecutivo catalán y enviar un mensaje a la ciudadanía.

El presidente catalán recibió críticas del PSC, la CUP, Vox, En Comú Podem, Ciudadanos y PP, quienes le reprocharon que el Ejecutivo esté centrado en peleas por “una pugna de poder” y no en resolver los problemas “reales” de los catalanes. Por eso, auguraron que el gobierno actual no durará mucho.

Además, la líder de los comunes en el Parlament de Cataluña, Jessica Albiach, le informó de que su partido daba por “congeladas” las negociaciones sobre los presupuestos de Cataluña para 2023 hasta que no haya un equipo “capaz de gobernar” y de aplicar “todas aquellas medidas que el país necesita” porque ahora mismo “no existe”.