El dispositivo, denominado CANE (Caja Negra), dispone de unos sensores que estudin matemáticamente la marcha del coche en carretera y la posibilidad de riesgo, con lo que puede prevenir al conductor de posibles accidentes de tráfico.

Para ello, el vehículo va equipado con un conjunto de sensores que envían información a un ordenador -también instalado en el coche- que procesa un modelo matemático de funcionamiento del automóvil en tiempo real y calcula cuál es el margen de seguridad activa del vehículo en cada instante y cuál será en las próximas décimas de segundo.

Si estimaque el margen de seguridad activa va a estar por debajo de cierto umbral predeterminado, emite un mensaje al conductor y almacena todos los datos relativos al funcionamiento del vehículo y los cálculos que el ordenador va realizando correspondientes a los últimos diez segundos, de forma que es posible su posterior recuperación y análisis.