Universidad

Diseñan un dispositivo para facilitar la autonomía de las personas ciegas que traduce la distancia a los obstáculos en vibraciones sobre la piel

MADRID
SERVIMEDIA

Un equipo del Grupo de Investigación en Percepción y Movimiento de la Universidad Autónoma de Madrid ha desarrollado un dispositivo de asistencia a la locomoción para mejorar la autonomía de personas con discapacidad visual que emplea la percepción táctil de vibraciones como sustituta de la percepción visual.

El proyecto se enmarca dentro de la investigación en Sustitución Sensorial VibroTactil (SSVT), y ha sido financiado por Indra y la Fundación Universia a través de su convocatoria de ayudas para la investigación en tecnologías accesibles.

Según los investigadores, “la SSVT se basa en la transformación de la distancia a los objetos circundantes en vibraciones de una matriz de pequeños motores en contacto con distintas superficies corporales. De esta forma, la piel actúa como una especie de retina de baja resolución, en la que las vibraciones mecánicas hacen las veces de la luz visible”.

En concreto, el proyecto buscaba desarrollar un SSVT integrado en una faja abdominal con un diseño lo bastante ergonómico como para poder asistir a la locomoción cotidiana de sus usuarios.

Su diseño se basa en cuatro componentes principales: un microcomputador, una cámara Time of Flight (una especie de sonar que funciona por medio de la emisión y captación de luz infrarroja) para la detección de la distancia a los objetos y superficies circundantes, una matriz de 48 vibradores y una batería. Todos los componentes se integran en la propia faja, que en total pesa menos de 800 gramos.

TEST

El funcionamiento del dispositivo se probó con una tarea consistente en atravesar un pasillo con obstáculos en el menor tiempo posible intentando no golpear ni los obstáculos ni las paredes.

Para este experimento se contó con la colaboración tanto de estudiantes (que realizaron la tarea con los ojos tapados con un antifaz) como de personas con discapacidad visual.

Tras una fase de familiarización con el dispositivo durante 5 minutos realizada sin visión, todos los participantes pudieron completar la tarea y mostraron la capacidad de detectar obstáculos con el dispositivo sin impactos fuertes ni retrocesos.

“Los participantes con mejor rendimiento utilizaron un tiempo próximo al que es necesario con visión. En otros casos la velocidad fue mucho más lenta debido, probablemente, al diferente grado seguridad con el que cada persona afronta cada la tarea”, explicó Jorge Ibáñez, quien ha liderado el proyecto.

“Los participantes con discapacidad visual también mostraron velocidades muy heterogéneas aunque el número de impactos leves fue la mitad que el de los participantes con visión normal”, agregó el investigador.

(SERVIMEDIA)
02 Jun 2022
AGQ/gja