En un discurso a los obispos de tres diócesis españolas -------------------------------------------------------
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Coincidiendo con la oleada de violencia desatada en numerosas ciudades de España en contra del tráfico y consumo de droga, Juan Pablo II felicitó hoy a los obispos españoles por "denunciar y condenr el recurso a la violencia y al odio como medios para conseguir metas de pretendida justicia".
El Papa hizo estas declaraciones en un discurso dirigido al segundo grupo de obispos españoles (los de Burgos, Pamplona y Zaragoza) que fueron recibidos por Juan Pablo II durante la visita "ad limina".
Su Santidad instó a los religiosos españoles a que sigan proclamando "que ninguna violencia puede ser aceptada como solución a la violencia".
"Ante el triste fenómeno del terrorismo", agregó, "que tnto dolor y muerte ha sembrado en no pocos hogares españoles, no podemos por menos de reprobarlo enérgicamente, pues viola los derechos más sagrados".
Asimismo, resaltó la necesidad de iniciar una "nueva evangelización" para difundir "el Evangelio de siempre, pero de una forma nueva".
El Papa hizo referencia a los cambios que está experimentando el mapa mundial y señaló que la Iglesia debe dar respuesta a los problemas humanos "a los que las ideologías no han sabido responder".
Tras criticarel desarrollo económico y técnico "falto de alma" que han propugnado algunas sociedades, Juan Pablo II manifestó que es necesario evangelizar "los nuevos areópagos de la cultura y de los medios de comunicación".
MATERIALISMO Y PERMISIVIDAD
Como ya hiciera ante los obispos de Valladolid y Valencia, el Santo Padre volvió a denunciar hoy el materialismo y la permisividad moral que se respira en la sociedad actual, aunque sus referencias a España no fueron tan directas como en la ocasión anterior.
Muchos cristianos", dijo, "viven hoy en medio del indiferentismo, del secularismo y de difundidas actitudes de ateísmo práctico. A esto se une una concepción materialista de la vida y una permisividad moral, a la que repetidamente se ha referido la Conferencia Episcopal Española".
También mostró su satisfacción por la labor pastoral que las diócesis españolas y los educadores religiosos están realizando con los jóvenes.
Finalmente, el Papa pidió a los obispos que no se desanimen por "las dificultdes de la hora presente", ya que, aseguró, siempre han dado "prueba de la esperanza que alienta vuestra acción pastoral".
Juan Pablo II concluyó recordándoles que nunca han callado ante los problemas y contrariedades; "habéis ofrecido siempre los criterios y orientaciones que los hombres demandan de vuestra autoridad moral".
(SERVIMEDIA)
07 Oct 1991
GJA