En relación esa candidatura conjunta del PSOE y Nueva Izquierda, que fue aprobada por el Comité Regional de la Federación Socialista Madrileña (FSM), Ros aseura que es preciso evitar "la presencia de personas que no aportan otra cosa más que sus intereses personales o, lo que es más grave todavía, una trayectoria política pública bajo sospecha".

Ros formuló esa petición a Almunia en una carta fechada el pasado 7 de abril, a la que tuvo acceso Servimedia. La carta ha llegado también a Jaime Lissavetzky, secretario general de la FSM; Tomás de la Cuadra, presidente de la Comisión de Etica Federal; Fernando Morán, candidato socialista a la Alcaldía de Madrid,y José Borrell, candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno.

Ros empieza su carta señalando que "el problema tiene algún remedio en las instancias orgánicas superiores del PSOE, que estatutariamente tienen la prerrogativa de aprobar las listas electorales", refiriéndose al Comité Federal socialista previsto para mañana.

En su opinión, "las listas al Ayuntamiento de la capital y a la Asamblea de Madrid, sobre todo, contienen elementos que, lejos de contribuir a la mejora de la imagen de nuesto partido y de su éxito electoral, lo alejan aún más de los intereses de los ciudadanos, de sus aspiraciones y expectativas, por la falta de solvencia, capacidad, y lo que es peor, por la falta de idoneidad ética y cívica de algunos candidatos situados en lugares preferentes en las listas electorales".

El secretario de los socialistas del distrito madrileño de Fuencarral afirma que lo que ha sucedido es "fruto de un largo proceso degenerativo producido en la FSM, caracterizado por un progresivo abandoo del debate político, del deterioro del funcionamiento democrático a todos los niveles y de la falta de transparencia en las actitudes y comportamientos personales y colectivos".

La consecuencia, agrega, "ha sido la proliferación no ya de corrientes o de sensibilidades políticas (legítimas y que respetamos profundamente), sino la formación y funcionamiento paralelo a la organización regular del Partido de familias de intereses, que se dirimen y administran a través de comportamientos interesados y opcos (¿de estilo mafioso?), de espaldas y a costa del grueso de la militancia y de los órganos legítimos del partido".

A su juicio, "es el momento de evitar que vayan en las listas personas que pueden ser objeto (que no objetivo) de ataques a muy corto plazo, con el consiguiente daño a la credibilidad del proyecto socialista".

Al autor de la carta le parece "sorprendente e inadmisible" que en la candidatura a la Asamblea de Madrid "se ha incluido a varios compañeros incursos en el expediente realiado por la Comisión de Etica Federal".

Dirigiéndose a Almunia, le dice que "este tipo de cuestiones te preocupan tanto o más que a nosotros, porque sabemos de tu espíritu profundamente democrático y tu concepción y práctica honesta de la política. Te pedimos por ello que sigas liderando la bandera de la ética del PSOE, por su renovación real y de la innovación de las personas y las ideas".

Por último, explica que el contenido de la carta cuenta con el apoyo del Comité Local de Fuencarral, "por loque no se trata de una reflexión personal".