Spence perdió uno de sus ojos cuando sólo tenía 13 años debido al disparo fortuito de un arma de fuego. Tuvo que ser intervenido y se le instaló un ojo de cristal, según una información del diario belga "Le Soir" recogida por Servimedia.

En la actualidad, con 36 años, Spence ha decidido reunir a un equipo de ingenieros y oculistas con el objetivo de elaborar una prótesis ocular que incorporé una minicámara con la que poder registrar y transmitir todo lo que ve.

El director tuvo la idea de instalarse una cámara en el ojo después de apreciar el pequeño tamaño del objetivo de su teléfono móvil y pensar que un aparato así podía perfectamente caber en su globulo ocular.

Las imágenes que obtenga se utilizarán en un documental con el que Spence piensa denunciar "la fragilidad de nuestro derecho a la privacidad a medida que los servicios de seguridad aumentan la vigilancia en nuestras sociedades modernas".