Diouf hizo este reconocimiento expreso a España durante la inauguración en Roma de la cumbre de alto nivel de la FAO que aborda el cambio climático, la energía y la garantía de alimentación en los países pobres.

El director general dijo ante más de 40 jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que su petición de 1.70O millones de dólares del pasado mes de septiembre para que los agricultores accedieran a fertilizantes, semillas y piensos no tuvo el efecto deseado.

A renglón seguido, Diouf destacó que "sólo unos pocos países dieron su apoyo inmediato a la producción agrícola" y citó expresamente a España a la hora de dar respuesta inmediata a la FAO ante su petición.

Jacques Diouf urgió a los participantes en esta cumbre a hacer frente a "una crisis mundial que recientemente ha tenido trágicas consecuencias sociales y políticas en varios continentes, con tumultos y muertos, capaces de poner en peligro la paz y la seguridad del mundo".

Recalcó que "en el mundo hay 862 millones de personas que no tienen acceso a alimentos suficientes. Esas personas necesitan mejorar sus condiciones de vida con dignidad, necesitan semillas de alto rendimiento, fertilizantes, piensos y otros insumos modernos".

Diouf concluyó con una petición a la comunidad internacional para ofrecer a los países pobres infraestructuras rurales, instalaciones de almacenamiento y crear caminos rurales para que los agricultores reciban los modernos factores de producción y para poder transportar sus cosechas a los mercados nacionales y regionales.

BAN KI-MOON

Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, alertó de que si no se pone remedio a esta crisis alimentaria mundial cuanto antes, la población en riesgo de pasar hambre podría aumentar en 300 millones de personas en los próximos años.

En la misma línea que Diouf, Ki-moon abogó por mejorar las infraestructuras rurales, incrementar los microcréditos a los agricultores, adaptar la política fiscal a las producciones y reducir los impuestos a las exportaciones.

Asimismo, el secretario de la ONU pidió a la banca mundial una rápida financiación para hacer frente a esta crisis alimentaria por el alza de precios.

Por su parte, Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano, afirmó, en representación del Papa Benedicto XVI, que la globalización del mercado y la política proteccionista y arancelaria de algunos países repercute en esta crisis alimentaria.

Por ello, pidió a los países ricos que no sólo atiendan a sus intereses económicos, sino también a la solidaridad para ayudar a los países pobres a salir de esta situación.

"Nuestro derecho a la alimentación esta vinculado a la tutela y defensa de la vida humana. Todas las personas tienen derecho a la vida. Por tanto, es indispensable ayudar a las personas y darles una alimentación suficiente y sana", subrayó.

Tras agradecer a la FAO sus esfuerzos para combatir el hambre en el mundo, Bertone dijo, en nombre del Papa, que "es inaceptable" que en el mundo exista hambre y desnutrición con los niveles de producción y de conocimiento que hay.

El presidente de la República de Italia, Giorgio Napolitano, dio la bienvenida a los participantes en la cumbre, a quienes invitó a dar el impulso "indispensable" a los agricultores de los países pobres para hacer frente a la crisis de alimentación, que, según dijo, está en relación con el cambio climático y con la falta de energía.