Romero manifetó que el proyecto económico elaborado por el Ejecutivo significaba "el mayor atropello de la historia democrática de España", y animó a los sindicatos a actuar en consecuencia con el inicio de prontas movilizaciones.

"Los sindicatos deben dejar de ir de peregrinación a la ermita del 'dios' de Benegas en busca de soluciones" e iniciar las movilizaciones oportunas contra el recorte del subsidio de desempelo.

A su juicio, la elaboración de un Plan de Convergencia con la Comunidad Europea basado en os acuerdos de Maastrich es una equivocación, ya que "los parados ni su familias deben pagar los 'platos rotos' de la cumbre europea".

Antonio Romero cree que este nuevo rumbo económico emprendido por la Administración no servirá para el acercamiento a los países más ricos de Europa, ya que "seguiremos siendo los camareros de Europa, aunque ahora sin subsidio de desempleo".

Si los sindicatos convocan definitivamente una huelga general en respuesta del Plan de Convergencia, Romero estima que Felip González debería de presentar la dimisión.

"Aunque si no lo ha hecho todavía es porque sabe que su marcha haría estallar a la familia socialista en varios pedazos, ya que su sustitución provocaría enfrentamientos en los distintos sectores de poder del PSOE", opinó.

"Una segunda huelga general", aseguró finalmente el diputado izquierdista, "sería un gran deterioro para la política del Gobierno".