Académico

El diplomático Javier Rupérez, elegido académico de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas

MADRID
SERVIMEDIA

El diplomático y ex parlamentario Javier Rupérez ha sido elegido nuevo académico de número de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas (Racmyp), donde ocupará la vacante por fallecimiento del sociólogo Salustiano del Campo.

La propuesta fue realizada por los académicos Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, Marcelino Oreja y Carlota Solé y la misma fue respaldada por unanimidad. El ingreso efectivo se producirá una vez proceda a la lectura de su discurso de ingreso. La semana pasada también fue elegida académica de número la economista Carmen Herrero Blanco.

Desde la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, institución que preside Benigno Pendás, se destaca que Javier Rupérez es un diplomático y político "con larga y brillante trayectoria". Fue un relevante protagonista de la Transición, y “ha tenido un papel muy destacado en la Alianza Atlántica y como embajador de España en Washington”.

Además, es un firme defensor de la democracia y el humanismo, participa con frecuencia en los medios de comunicación “y es una referencia en materia de geopolítica”. De esta forma, señala la Racmyp, continúa así Rupérez “la presencia de grandes diplomáticos en esta Real Academia, que cuenta también hoy día con Marcelino Oreja”.

Javier Rupérez nació en Madrid el 24 de abril de 1941. Se licenció en Derecho en 1962. Una vez superada la correspondiente oposición, entró a formar parte como alumno de la Escuela Diplomática en 1965 y tras dos años de la correspondiente preparación, obtuvo su plaza en la carrera diplomática española.

Entre 1972 y 1975 fue consejero de Embajada en la Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa que se celebró en Ginebra. Tras volver a Madrid se integró en el Ministerio de Asuntos Exteriores, que abandonó en diciembre de 1977 para integrarse en la Unión de Centro Democrático (UCD), partido presidido por Adolfo Suárez. Entre 1979 y 1982 fue diputado por Cuenca y portavoz de Relaciones Exteriores en Congreso de los Diputados. El diplomático estuvo secuestrado entre el 11 de noviembre y el 12 diciembre de 1979 por la banda terrorista ETA.

En 1979 fue nombrado embajador ante la Conferencia sobre la Seguridad y Cooperación en Europa, cargo en el que permaneció tres años. Inmediatamente después de la entrada de España en la OTAN, en 1982, fue designado Embajador de España ante la Alianza Atlántica.

Permaneció en la política “activa”, primero en UCD y, posteriormente, en el Partido Demócrata Popular y Partido Popular, hasta el año 2000, en el que regresó a la carrera diplomática como embajador de España en Estados Unidos, destino en el que permanecería hasta 2004. En esos años, desarrolló sus funciones en las conversaciones que en 2001 desembocaron en la firma de la denominada Declaración Política de Entendimiento y Cooperación entre España y los Estados Unidos, así como en la renovación en 2002 del Acuerdo sobre Defensa y Cooperación entre los dos países. En el terreno de las relaciones económicas, Rupérez propició nuevas inversiones españolas en terrenos como la biotecnología, las energías solares y la electrónica.

Entre 2004 y 2007 fue secretario general adjunto de la ONU y primer director ejecutivo del Directorio del Comité Antiterrorista. En ese último año retornó a la carrera diplomática, y, en concreto, al Consulado General de España en Chicago, que sería su último destino, pues e 2011 se jubiló como diplomático. En el momento de su jubilación ocupaba el primer puesto en el escalafón correspondiente. Y como los diplomáticos que alcanzaban el momento en esa categoría, recibió el titulo permanente de Embajador de España.

(SERVIMEDIA)
08 Abr 2025
s/clc