Además, se preguntan si se trata de prejuicios, sectarismo, radicalismo o "caradura" del presidente del Gobierno el hecho de tardar cuatro días en hacer declaraciones sobre el fallecimiento del Pontífice y apelar a que no le gustan las exhibiciones en los duelos.

Después de alabar la figura de Juan Pablo II, el PP lamenta que, mientras se acumulaban los testimonios públicos de reconocimiento público a la figura del Pontífice, Zapatero no dijera nada.

"Resulta que aquél que se autoproclama adalid de la alianza de civilizaciones y de la paz perpetua, es tan discreto que prefiere permanecer callado cuando acaba de fallecer quien -no de boquilla, como es el caso del vendedor de armas a Venezuela, sino por la vía de los hechos de toda una vida- más esfuerzos ha dedicado a la consecución de tales fines. ¿Discreto o caradura?", dice el escrito.

"Tan enormes son los prejuicios y el sectarismo de Rodríguez como para impedirle realizar una mínima declaración oficial en un momento tan intensamente vivido por tantos millones de personas? ¿Viste ZP el traje de presidente del Gobierno de todos los españoles o, como los hinchas más radicales, sólo sabe cubrirse las vergüenzas con la camiseta de su propio equipo?", continúa.

Finalmente, afirma que "en los grandes momentos es cuando se comprueba la verdadera talla de las personas" y concluye que "ha muerto Juan Pablo II, el Magno. En España nos queda Rodríguez I, el Chico".