Con la llegada del verano aumenta la obsesión por estar delgado, y muchas personas prescinden de los consejos de los especialistas en nutrición y se someten a estrictas dietas desequilibradas, hipocalóricas y muy bajas en grasas, según los expertos.

Uno de los minerales más importantes para el oranismo y para evitar la anemia es el hierro, que no genera el cuerpo humano por sí mismo y debe aportarlo la alimentación. Las carnes, y en concreto las carnes rojas, son las que mayor cantidad de hierro aportan al organismo y suelen ser las que primero desaparecen en estas dietas.

"Muchos de los alimentos que se descartan en las dietas del verano tienen un mayor aporte nutricional que calórico. Se piensa que determinados alimentos son mejores que otros para adelgazar, ignorando por ejemplo que, en elcaso del hierro, nuestro organismo absorbe mucho mejor el que procede de los alimentos de origen animal que el de origen vegetal", según el doctor Salvador Giménez, médico experto en nutrición.

Los nutricionistas advierten también que los síntomas de la anemia se confunden en verano con los producidos por las altas temperaturas, como fatiga, debilidad y cansancio. La palidez de la piel, la debilidad en las uñas y en el cabello también pueden darnos pistas de que se padece anemia.