Díaz se expresó en estos términos durante una jornada en la que se conmemoró el 116 aniversario de este organismo público del Estado, donde afirmó que no solo vela por el cumplimiento de los derechos laborales, sino que con ello garantiza, a su vez, la “leal competencia empresarial”.

“La centralidad del trabajo en nuestras vidas, y la importancia de que ese trabajo sea decente, de calidad, con seguridad y con garantías, es no solo una realidad sino el propósito y guía de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social”, añadió la vicepresidenta segunda.

Además, indicó que especialmente ahora, tras la aprobación de la reforma laboral, cobra una relevancia destacada la labor de la Inspección de Trabajo para atajar la temporalidad, “esa anomalía que lastra el mercado laboral español”.

Díaz recordó que la Inspección hizo que el pasado año 300.000 contratos temporales se reconvirtieran en indefinidos, al tiempo que puso en valor su vigilancia sobre el cumplimiento del pago del salario mínimo a las personas empleadas del hogar.

También subrayó que ha conseguido adelantarse a los tiempos con la detección y regularización de más de 22.000 falsos autónomos, con actas de liquidación por importe de más de 34 millones de euros.

En la jornada también se puso de relieve que una de las actuaciones más complejas que afronta el organismo es la campaña sobre discriminación salarial por razón de sexo, por la dificultad que conlleva detectar y probar esas situaciones. No obstante, según los datos de Trabajo, el año pasado se realizaron más de 1.100 actuaciones en este ámbito y más de 2.100 en la campaña sobre medidas y planes de igualdad.

A partir de este mes de marzo, el Ministerio recuerda que para las empresas que cuentan con 50 más trabajadores, es obligatorio contar con un plan de igualdad. La Inspección ha reforzado para este año sus actuaciones en esta área.

“Quizás nadie es más consciente que la Inspección de que tras estas cifras de expedientes hay personas y realidades muy complejas”, precisó la ministra, que alabó el trabajo y la dedicación de las personas trabajadoras de la Inspección durante la pandemia y el “enorme esfuerzo que hicieron para hacer valer el orden jurídico-laboral”. Su implicación hizo posible que hubiese más de 40.000 actuaciones en el control de los ERTE, señaló Díaz.

Por último, resaltó que para este año se ha incrementado el presupuesto de la Inspección en un 20%, hasta alcanzar los 194 millones de euros.

En el acto conmemorativo, celebrado en el Ministerio de Trabajo y Economía Social, se entregaron por primera vez distinciones no sólo a inspectores, sino también a subinspectores y personal administrativo del Organismo con más de 40 años de antigüedad. Hasta la fecha se hacía sólo a los que cumplían 25 años de servicio.