Díaz realizó estas declaraciones durante el acto de entrega del legado de los históricos sindicalistas Marcelino Camacho y Josefina Samper al Centro Documental de Memoria Histórica de Salamanca, acompañada por el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta.

La vicepresidenta segunda agradeció a los hijos de estos dos sindicalistas su “generosidad” y “determinación” por compartir el legado de sus padres que, en opinión de Díaz, “es, a la vez, el retrato de un país y de la larga travesía del sindicalismo español en las ominosas décadas de la Dictadura”.

Además, señaló que la democracia fue ganada gracias al “pulso que tantos hombres y mujeres, como nuestros padres, como nuestras madres, libraron con la dictadura franquista, permitiendo, con una dignidad a prueba de presidios, campos de concentración y exilios, recuperar nuestros derechos y las libertades civiles y sindicales para todas y para todos”.

“Hoy más que nunca, en medio de una crisis global como la que ha provocado la pandemia de la covid-19, las lecciones de justicia social, de igualdad y de defensa de las personas trabajadoras que caracterizan el legado de Marcelino Camacho y Josefina Samper regresan con una fortaleza y una salud a prueba de autoritarismos y de interpretaciones sesgadas”, añadió Díaz.

Asimismo, incidió en que este legado prueba que “no hay quien secuestre la libertad y su significado profundo”. “Acudir a estas cartas, a estos textos, notas, apuntes, muchos de ellos escritos desde el presidio y el aislamiento, nos confirma que nadie puede arrebatar la idea de libertad, mucho menos a quienes, como Marcelino y Josefina, y como tantas y tantos sindicalistas, entregaron por ella su propia vida”, apostilló la titular de Trabajo.