Así lo indicó durante una entrevista en TVE recogida por Servimedia en la que pidió “tranquilidad” y “diálogo” para con las conversaciones con el resto de formaciones políticas de cara a conseguir los apoyos necesarios para la convalidación de la reforma en el Congreso de los Diputados.

En este sentido, Díaz aseguró que “solo tengo agradecimiento para las formaciones políticas de la investidura”, a quienes pidió que respeten “en la medida de lo posible” el “gran acuerdo” alcanzado en el diálogo social para esta reforma como ya ha sucedido en ocasiones anteriores, como con la conocida como Ley Rider, los acuerdos sobre los ERTE o la ley de trabajo a distancia.

A este respecto, la vicepresidenta segunda emplazó a los partidos políticos a que “jueguen su papel” como poder legislativo, para acto seguido subrayar su disposición al diálogo y asegurar que aunque “tendremos diferencias, saben que no arrincono a nadie porque eso no es negociar”.

Por otro lado, preguntada por si la convalidación de la reforma podría llegar de la mano de un apoyo de Ciudadanos, Díaz afirmó que la reforma laboral “va en dirección absolutamente en contra de lo que Ciudadanos defendía”. En este sentido, recordó que Ciudadanos, “incluso en su acuerdo con el PSOE” -en referencia al acuerdo de investidura al que la formación naranja llegó con Pedro Sánchez en 2016-, “defendía la subida del Salario Mínimo Interprofesional al 1%, la mochila austriaca, el contrato único y reducir las indemnizaciones por despido”.

“Nuestro país no necesita esto”, sentenció la ministra de Trabajo sobre estas medidas, para a continuación dar la bienvenida a un posible cambio de posición de Ciudadanos que le lleve a aprobar la reforma, sobre la que resaltó que supone “un cambio de paradigma” y “un giro coperniquiano” en las relaciones laborales al abordar la precariedad y la temporalidad en el empleo.

Por ello, Díaz destacó la importancia de haber alcanzado un acuerdo en el diálogo social, asegurando que “remé en solitario mucho tiempo” porque “nadie creía en este acuerdo” y que hubiera sido más fácil que el acuerdo no fuera tripartito, para concluir señalando que “es muy difícil decirle que no a una reforma que plantea un cambio de paradigma en nuestro país y que recupera derechos”.