Castrillo indicó que el clavel lo regalarán prácticamente en todas las casetas, salvo en aquellas que venden libros de saldo, "desde 25 pesetas", a que el clavel costaría más que el valor de la venta.

Las casetas de la cuesta de Moyano fueron instaladas en 1925 por el Ayuntamiento de Madrid, que es su propietario, y, "salvo unos días durante la Guerra Civil", han permanecido abiertas a diario desde entonces.

Recientemente, los libreros se han dirigido al Departamento de Mobiliario Urbano del ayuntamiento para solicitar que instale unos puestos en la acera cubiertos con toldos del mismo color para que les defienda del sol y la lluvia, ademá de por razones estéticas. Ahora, los comerciantes de libros, nuevos y viejos, sacan a la acera unos tableros donde exhiben su mercancía.

Otra petición de los libreros es que aumente la iluminación nocturna de la calle, ya que la acera de las casetas tiene unas farolas de época, de hierro forjado y dos globos cada una, "muy bonitas", según Castrillo, pero la acera de enfrente está sin iluminar y no pueden colocarse más farolas de ese tipo porque se fabricó una serie limitada.

El ayuntamiento se h comprometido a estudiar aumentar la potencia de las lámparas, ya que está descartada la posibilidad de instalar farolas modernas en la acera que da al Ministerio de Agricultura.

Según Castrillo, en España se celebra el Día del Libro desde la década de los 50 en honor a Miguel de Cervantes, que murió el 23 de abril de 1616, el mismo día que falleció William Shakespeare. Más tarde se instituyó el Día Mundial del Libro, secundando la iniciativa española, señaló el librero.