Las obras se prolongarán durante un año y medio y se localizan entre los kilómetros 9 y 10 de la M-40, a la altura del nudo de conexión de esta con la M-14, la M-21 y la A-2.

El proyecto contempla la construcción de dos nuevos ramales, junto con dos estructuras elevadas sobre la M-40, que conectarán la M-14 y la M-21 con la vía de servicio que discurre por la margen interior de dicha autopista de circunvalación.

Además, también se incluye el desplazamiento hacia el este del actual contacto del ramal procedente de la M-14 (aeropuerto) con la calzada troncal de la M-21 (sentido San Fernando y Coslada), por resultar insuficiente el trenzado actual.

Aunque en los accesos a las zonas de obras no afecta al ancho de los carriles de circulación, sí que se dispondrá de señalización, balizamiento y muro de contención en la parte del arcén, así como limitación de velocidad en los carriles derechos para facilitar la entrada y salida de camiones y maquinaria a las distintas zonas de la obra, según la DGT.

“Dada la envergadura de las obras, que buscan mejorar tanto la seguridad vial como la movilidad en las conexiones de todas estas vías de competencia estatal y que pueden complicar la circulación en la zona, especialmente en las horas punta de los días laborables, Tráfico recomienda evitar la zona en la medida de lo posible”, concluyó.