DETERMINAN QUE EL SISTEMA HEMOSTÁTICO SE ALTERA EN MUJERES SOMETIDAS A TRATAMIENTO HORMONAL
- El hospital La Fe (Valencia) presenta un estudio de trombofilia en la mujer
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Un grupo de especialistas médicos ha determinado que la gestación, el tratamiento anticonceptivo hormonal oral y la terapia hormonal sustitutiva durante la menopausia pueden desencadenar estados de hipercoagulabilidad y, por tanto, una mayor tendencia a fenómenos trombóticos.
Se trata de médicos del Centro de Investigación del Hospital Universitari La Fe de Valencia, en colaboración con el doctor Juan Gilabert Estellés, especialista en Obstetricia y Ginecología del mismo hospital.
A esta conclusión llegan en una lección magistral, hecha pública durante el último congreso de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia en la que se analiza el riesgo de trombosis durante las tres citadasa etapas clave en la vida de la mujer.
Las principales conclusiones de la ponencia han destacado que durante la gestación normal acontecen en la mujer modificaciones del sistema hemostático, cuyo objetivo fundamental es garantizar la correcta detención de hemorragias producidas durante el parto.
Estas modificaciones afectan especialmente a la coagulación, lo que se traduce en un mayor riesgo de tromboembolismo venoso en la embarazada, riesgo que se incrementa si la paciente tiene más predisposición a la trombosis, sobre todo si subyace una causa genética protrombótica.
Además, los procesos de fecundación in vitro implican el uso de hormonas para estimular los ovarios y mejorar la implantación. Entre los posibles efectos secundarios más importantes figura el desarrollo de un síndrome de hiperestimulación ovárica, situación que puede asociarse a trombosis, tanto venosa como arterial.
En estos casos, las trombosis venosas pueden presentarse con una localización inusual, por ejemplo, en los brazos, aseguran los ponentes.
Para evitar la aparición de trombosis en mujeres embarazadas se recomiendan medidas preventivas como la práctica de ejercicio moderado, el control del peso, hábitos alimenticios adecuados y no fumar.
Por otro lado, desde los primeros estudios epidemiológicos desarrollados en la década de los 60, se sabe que el tratamiento anticonceptivo hormonal oral incrementa el riesgo de enfermedad tromboembólica venosa, lo que ha dado lugar a la reducción de la dosis de estrógenos.
Estas posibilidades aumentan en usuarias con trombofilia congénita, en el primer año de utilización y también si se padece obesidad.
En relación a otra situación en la vida de la mujer como es la menopausia, se ha descrito que la deficiencia estrogénica, que caracteriza la postmenopausia, ocasiona una serie de cambios en la mujer que aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Así, en diversos estudios observacionales se sugirió que los estrógenos (terapia hormonal sustitutiva) podrían tener un impacto positivo en los factores de riesgo cardiovascular.
Estudios recientes han indicado que la utilización de la terapia hormonal sustitutiva por vía transdérmica (en forma de parche sobre la piel), que es la más utilizada en España, a diferencia de la vía oral, no aumenta el riesgo de trombosis venosa.
Con todo lo publicado se puede concluir que no se debe iniciar la terapia hormonal sustitutiva para prevenir la enfermedad cardiovascular, pero sí se debe utilizar para mejorar la sintomatología climatérica, por vía transdérmica, a dosis bajas y no en tratamientos prolongados.
(SERVIMEDIA)
25 Ene 2009
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