Los dos detenidos, que pasaron hoy a disposición judicial, son Mohamed Oalitán, de 22 años, y Mohamed Khdiyij, de 18.

El pasado 31 de diciembre, varios trabajadores de una empresa eléctrica localizaron un cadáver en estado de descomposición en un transformador subterráneo situado en la calle General Fanjul número 125, que fue identificado como Javier Sanz Villa. El fallecido, que últimamente pernoctaba en ese lugar, debió orir 6 ó 7 días antes de ser encontrado.

La autopsia realizada al cadáver reveló que el fallecimiento se produjo por la fractura del parietal derecho, a causa de un fuerte golpe con algún objeto contundente, tal vez una botella, según la Jefatura Superior de Policía.

Los agentes encargados del caso mantuvieron entrevistas con amigos del fallecido, uno de los cuales les confirmó que en la madrugada del día 25 su amigo y él habían mantenido una pelea con dos árabes, cuando se encontraban bajo los eectos de bebidas alcohólicas.

El amigo de Javier Sanz aseguró que desde entonces no había vuelto a verle. Los agentes arrestaron a uno de los sospechosos, Mohamed Oalitan, el pasado lunes en el mercado de San Ignacio de Loyola. Mohamed Khdiyij fue detenido ayer en una vivienda del Parque Europa.

Ambos reconocieron que en la madrugada del día 25 fueron gravemente insultados por dos españoles que estaban borrachos, pero aseguraron que el incidente no tuvo más consecuencias, ya que no les hicieron nngún caso.

Javier Sanz Villa dormía en el transformador debido, según parece, a problemas familiares y a haberse quedado sin trabajo. Entre sus efectos personales tenía una cartilla de ahorro con un saldo de 80.000 pesetas. El pasado 20 de diciembre fue sorprendido por la noche dentro de un establecimiento de platos precocinados.

El fallecido, al igual que los dos marroquíes detenidos, carecía de otros antecedentes.