Las competiciones se realizaban en calles abiertas al tráfico de la capital mallorquina y los participantes grababan las carreras con videocámaras y teléfonos móviles, para después colgarlas en Internet.

En la operación han sido intervenidos quince vehículos, la mayoría de ellos con potencias superiores a los 200 caballos. Además, modificaban sus sistemas electrónicos para conseguir mayores prestaciones.

Las investigaciones policiales se iniciaron a partir de la proliferación de vídeos colgados en Internet con grabaciones de carreras de coches en calles y vías públicas. Gracias al análisis de los archivos se comprobó la existencia de varias personas que realizaban carreras en vías urbanas e interurbanas.

La operación policial, coordinada por el fiscal jefe de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, ha sido realizada por la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT), de la Comisaría General de Policía Judicial, en colaboración con la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de Palma de Mallorca.

IDENTIFICACIÓN

Tras el estudio pormenorizado de los vídeos se pudo averiguar que los que organizaban y participaban en las carreras eran, al parecer, un grupo jóvenes de Palma de Mallorca.

En las carreras, al estilo de las americanas de "dragster", dos vehículos, tras situarse en paralelo en una vía con dos carriles y después de la señal de salida que daba un tercero con el claxon o con las luces, aceleraban a tope para ver quién llegaba primero al punto de destino, situado aproximadamente a un kilómetro de la salida. En los arcenes y medianas se situaban grupos de espectadores, formados por jóvenes del círculo próximo a los competidores.

Los participantes no sólo superaban ampliamente los límites de velocidad permitidos, sino que, en alguna ocasión, realizaban las carreras entre el resto de vehículos que circulaban por la calle respetando las normas de tráfico. Las carreras eran grabadas y colgadas en Internet.

Los vehículos utilizados, todos ellos de gama deportiva y muchos con potencias superiores a los 200 caballos, eran modificados para conseguir un incremento del 20% de potencia. Asimismo, utilizaban en ocasiones un combustible altamente volátil y no autorizado para circular, denominado óxido nitroso, cuya mezcla con gasolina produce una combustión similar a la explosión de un motor reactor de un avión.

El grupo se reunía sobre todo los fines de semana entre las 11 y las 12 de la noche en calles rectas y abiertas al tráfico. La mayoría de los 15 arrestados, con edades comprendidas entre 19 y 31 años, son jóvenes con trabajos de escasa cualificación que invierten todo su dinero en comprar este tipo de vehículos. Entre los coches intervenidos los hay de las marcas BMW, Toyota, Lamborgini, Dodge, Audi, Nissan, Renault, Ford y Seat.