El detenido, natural de Milán, fue conducido al retén de la Guardia Civil en Ibiza. Antes de ser arrestado, había mantenido una conversación telefónica con el cósul de Italia en Barcelona, quien le recomendó que se entregara a la policía.

El suceso que motivó su detención ocurrió cuando Dago, que ya fue detenido el año pasado por un conflicto con la policía, agredió a un policía local de Formentera, sin causa aparente que lo justificase, por lo que el agente empleó un espray para defenderse.

La acción de la policía, que en ese momento estaba solo, fue objeto de recriminación por parte de un grupo de turistas, que le insultaron y empujaron, lo que Dago apovechó para prender fuego al vehículo policial con una lata de gasolina, según el relato policial.

El suceso prosiguió con la intervención de más policías que usaron botes de gases lacrimógenos para disolver el tumulto. Posteriormente, un grupo de unos 400 italianos se dirigió hasta el ayuntamiento de Formentera, en cuya fachada estamparon un cóctel molotov, que no causó daños al edificio.

El alcalde de Formentera, Antonio Serra, hizo hoy un llamamiento a los touroperadores "para que no traigan amás turistas de esta especie". La pequeña isla balear acoge cada verano alrededor de tres mil jóvenes italianos con edades comprendidas entre los 20 y los 25 años.

Añadió que "hay que controlar como sea a estos turistas, que se mueven formando grupos de hasta 800 personas y que se creen los amos de la isla". Por su parte, el grupo municipal del Partido Popular pidió hoy la dimisión del alcalde, por considerar "excesiva la acción de la policía local contra los jóvenes".